Desnudamente roja, el más reciente libro de Rosina, una reunión de ocho cuentos cortos, muestra una vez más cómo las problemáticas femeninas son iguales en todos lados y que, finalmente, la dificultad de tratar con el otro sexo, con la pareja, con los adversarios del amor y el acostón franco, es tan cotidiano como complejo. En voz de sendas mujeres, los cuentos de gran manufactura dan paso a la infancia y la madurez, sólo para evidenciar que en muchas ocasiones el peor enemigo está dentro de casa, en nuestra mente o a nuestro lado. Los textos de Rosina han evolucionado. Sus novelas suelen tener un dejo humorístico, pero resultan de una eficaz frialdad a la hora de diseccionar personajes y lugares; en cambio, Desnudamente roja da más pie al humor y a la sorpresa. Son textos escritos desde otro lugar de la propia vivencia, me atrevo a suponer, en la que Rosina revela cómo sus propios ojos dejan pasar más la alegría de vivir la experiencia, cualquiera que ésta sea, con el sexo contrario, que lo amargos que pueden ser los sinsabores de lidiar con las propias expectativas relativas a la pareja en turno (permanente o no).
Ricardo Guzmán Wolffer
El libro cuenta con ocho cuentos:
Juana y su existencia
Mis ilusiones infantiles
Había una vez…
La traición de Felipa
Marcos
El hombre de mi vida
Siete escenas infructuosas
Sin destino